2/1/13

2013 o la muerte del viejo orden.

Dicen que el número 13, es el número de la muerte. La muerte, símbolo de mal augurio. Pues yo no lo veo así;
La muerte es necesaria, inevitable. Para que nazca algo nuevo, para un nuevo renacer, es necesario la muerte de lo viejo, de lo anterior. La muerte pues, es positiva. Y necesaria. La muerte es símbolo de transformación, de superación. De pasar de un plano a otro. De un viejo orden a uno nuevo. Eso si; la muerte lleva consigo un sacrificio imprescindible: La muerte es la aceptación de su propia necesidad. Sin términos medios. Debemos ser valientes, fuertes, decididos. Desprendernos de lo viejo, de lo anterior. Aceptar su muerte. Debemos dar ese paso. La muerte es un paso inevitable, para la superación, para el avance, para pasar de un lado a otro. De abajo arriba. Desterremos ese dicho que dice que mas vale malo conocido...¡Eso nunca!. ¡Bienvenida la muerte!.
Quien acepta y supera la muerte, avanza, continua. Es quien a superado el sacrificio. El sacrificio y el esfuerzo de matar lo antiguo, y avanzar. Sin muerte de lo anterior, no hay posibilidad de avance, de dar la bienvenida a algo nuevo, a una superación, a una evolución. Hay quien se estanca. Quien teme a la muerte. Por miedo a lo nuevo. Y lo estancado se pudre. No podemos, ni siquiera mínimamente, seguir aferrados a lo antiguo, por miedo, por cobardía. Hace falta coraje.
No se puede esperar nada nuevo arrastrando costumbres de lo viejo. No se puede avanzar, sin armarnos de valor y decir "hasta nunca" a lo de atrás. Con seguridad. Con valor. "No hay mayor error que el que intentar saltar un acantilado de dos veces".
Aquel que ha tenido el valor y el sacrificio suficiente para superar lo antiguo y darle muerte, conseguirá ser libre, y fuerte. Avanzara. Progresara.
Aquel que ha caminado en la oscuridad, entre tinieblas, sabrá caminar sin ningún problema en la luz. Aquel que solo ha caminado en la luz, se perderá en la oscuridad de las tinieblas. Aquel que ha conocido los mundos subterráneos, que ha entendido a los demonios, aquel que ha superado los obstáculos del dolor y de las distintas profundidades de la oscuridad, saliendo victorioso, no tiene nada que temer. Quien conoce los subterráneos del sub-mundo, nada tiene que temer de los mundos. Quien ha caminado entre tinieblas, se reirá de quien teme a la luz.
Aquel que ha abrazado a la muerte, que avanzado con seguridad y determinación en la oscuridad de las tinieblas, sera valiente y libre. Resistirá donde otros caerán. Avanzara o perecerá pero no temerá a nada. Aquel que acepta la presencia inevitable de la muerte con valor, sera libre.
Ante futuros tiempos oscuros, solo los hijos de la muerte sobrevivirán.

LA LIBERTAD SOLO NACERÁ, CUANDO EL ESTADO MUERA.


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